LA PERSONA EN EXPOSICIÓN ES, POR SI MISMA, EL MEDIO MÁS FUNDAMENTAL PARA SU PROPIA SEGURIDAD
Los hábitos son el principal enemigo: Cuando la posible víctima es muy rutinaria, en otras palabras, que sus acciones son predecibles, es más susceptible a los criminales, quienes podrán decidir cómo proceder y atacar.
Quien maneja la información, controla el riesgo: En el caso de que la probable victima pueda impedir al atacante recolectar sus datos, complicará sus acciones y reducirá sus probabilidades de éxito.
El sistema de seguridad es como una cadena: La unión de los diversos medios con los que se cuenta hace más fuerte el enfoque de protección.
La información es vital: la probable víctima la necesita para prepararse en caso del riesgo. El agente agresor la requiere para lograr un asalto exitoso. El ataque puede aparecer cualquier momento, por lo que hay que estar atento.
La seguridad absoluta no existe: se puede disminuir el riesgo de ser atacado, Sin embargo, no eliminarlo.
Combinación de elementos: Debemos usar mecanismos de fácil visibilidad, como rejas, y otros que sean complejos detectarlos, especialmente el manejo de medidas contra la observación.
Sostener un proyecto alterno de seguridad: Contar con diferentes posibilidades de acción ante eventos concretos, para que la persona en exposición sea menos previsible y pueda realizar cambios en circunstancias de sospecha.
Fuente: https://www.policia.gov.co/sites/default/files/cartilla-de-Autoproteccion.pdf